30/1/11

Is there anyone who's gonna listen to my story

Era uno de esos días en que los huesos se le querían escapar por la piel, y los ojos hundirsele hasta el fondo, para no ver más que sus entrañas. Paseaba de puntitas por el jardín, no fuera a despertar a las bestias, y la encontraran allí, tan desnuda e indefensa, en sueños de otra mañana despierta. Con los ojos por aves, y la boca por sol, buscando en el horizonte el rumbo a la quietud, que amaga lo no buscado.
Incendió la humedad de su rostro, triste templo de bendiciones, envuelto en mitos ajenos; atrapó entre sus hombros melodías compuestas en su lejana historia, empapadas todas de un sublime silencio; bajó hasta la sima, donde todo parecía inalcanzable, y de pronto estaba en la cima, contemplando montajes de azul y verde; levantó uno a uno los pedazos de alma que se habían desprendido, y descifró el acertijo de vuelta al paraíso, donde aguarda su melancolía, envuelta de noches naranjas y sueños infinitos.

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