29/9/10

Estamos viendo el mismo cielo

Contaré las estrellas esta noche,
y en cada una pondré mi nombre,
así cuando me pierda,
bastará con mirar al cielo,
para saber hacia donde voy.


23/9/10

Un mensaje para ti

Querida luna: te escribo de nuevo, para pedirte un último favor. Llévale este mensaje, y asegúrate que lo escuche: dile que un nuevo viaje empieza para él, uno lleno de sonrisas y amaneceres, y que lo mejor está por venir; pero recuérdale todo aquello que hizo que este viaje que apenas termina haya llegado tan alto, hasta tocar las nubes; dile que el corazón es sabio, y el suyo lo sabrá llevar por caminos maravillosos, repletos de aprendizajes y crecimiento; pero recuérdale también lo bello del perdón y el compartir, la pureza de nuestros más íntimos recuerdos. Dile que aqui seguiré, pues el amor tal vez haya caducado, pero la amistad perdura por siempre. Por último te pido, llévate sus rencores y sus miedos, limpia sus heridas, e ilumina sus noches con paz; dile que una bruja estará velando sus sueños.

Esencias

La esencia de lo esencial la encuentro en mí,
en lo más profundo, en mis sentidos que se revelan en cada momento.
La encuentro en el ritmo de mi corazón,
que acompaña los acordes de mis instantes.
Y en cantos recordé lo bello que es respirar.
Cantos que se funden en la inmensidad, para devolverme al comienzo de todo.

22/9/10

Ésta soy yo

No soy lo que otros ven de mí, ni tampoco el recuerdo que dejé en ellos. No soy mi pasado, ni mis errores, y mucho menos mis culpas. No soy lo que fui ayer, ni lo que seré mañana. Soy éste momento, soy lo que pienso y lo que siento. Soy el aire que respiro, y la tierra que me sostiene.
Soy un enorme árbol. Mis raíces están bien plantadas, y bien nutridas, y se alimentan en tierra fertil. Toman agua la necesaria, y así mantener en pie al tronco, y procurarle crecimiento a las ramas. Mi tronco es fuerte, y sostenedor; tiene diferentes texturas, y algunas cicatrices, pero está repleto de armonía y sabiduría. Y en mis ramas encuentro la belleza de la realidad; siempre se bañan de sol, la luna las acompaña, y de vez en cuando, una golondrina se posa en ellas para contemplar la vida pasar. Hay días en que la lluvia cae, y el frío pareciera no tener fin, pero siempre amanece de nuevo, y esas ramas que parecían secarse, vuelven a florecer, porque han aprendido a fortalecerse cuando todo parecía perdido. Y el todo, es aún mucho más fuerte y bello que cada una de sus partes. No necesita aferrarse a nada, porque todo lo encuentra ahí. Y el sol, siempre lo ilumina.