20/11/10

Corazón, ¡resígnate!

Está todo perdido, pero el corazón no lo quiere creer; por más suplicas que le hago no lo convenzo de nada. Y es que lo mal acostumbré a sentirte, aún en tu ausencia, y es más terco que yo. Ya no le diré más, a ver si así hace caso; mientras reacomodaré lo otro en su debido lugar, con su respectivo espacio. El resto vendrá en su momento, adornado con soles y gardenias, trayendo canciones nuevas al amanecer.




No hay comentarios: