27/3/13

Risas

Cuando ella hablaba, él la miraba y se le escapaba una risita, como canto de pájaro, como hojas flotando. Ella hacía una o dos muecas, y después se le unía a su risa, la risa inocente de quién se conoce en la oscuridad. Una risita tintineante, colorida, de mares y azules, una risa de campánas, de flores, de aire. Una risa de sueños compartidos, de brazos extendidos y a corazón abierto. Una risa de cama y desayuno, fundida en un beso.

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